Notas |
- FRANCISCO ANTONIO DE OREYRO, quien de muchacho vino a Buenos Aires, donde fue Capitán y comerciante pulpero, casándose en la Catedral porteña el 21-V-1732, con Francisca Sánchez Chaparro y Revilla, baut. el 6-IX-1704 y fall. en 1769 (hija del Capitán Francisco Sánchez Chaparro y de Josefa de Revilla Flores Gayoso - de cuyos antecedentes genealógicos y demás circunstancias trato en los apellidos Revilla y Gayoso). Fueron testigos de la boda Antonio de Igarzabal, tío político de la novia, y Francisco de Araujo.
Un año más tarde, mi 8º abuelo Carlos Rodríguez de Estela, al testar el 1-VIII-1733, ante el Escribano Joseph Esquivel, nombró albaceas al Capitán Francisco de Oreyro, a Matías Solana y a Fermín de Pesoa. Y no habíanse cumplido 3 años de su enlace, cuando el 23-IV-1735, Oreyro, enfermo en cama hizo llamar al Escribano Juan Antonio Carrión a su casa, ante el cual otorgó mandato testamentario. Dijo el causante que sus padres Alberto de Oreyro y María de Oroño aún vivían en Galicia, ya que recibió cartas de ellos traídas por un navío de Francisco de Alzaybar. Dispuso sepultaran su cadáver en la Iglesia de Santo Domingo, "de la que es indigno feligrés", amortajado con el hábito de la Orden, y que acompañaran su entierro el cura y sacristán "de la Catedral", con Cruz alta, y sus cofrades terciarios dominicanos. Declaróse padre de dos hijos legítimos; José Javier Francisco y Petrona Catalina Francisca de Oreyro, y acotó que a raíz de su casamiento la esposa Francisca Sánchez Chaparro trajo de dote un capital de 3.000 pesos. Especificó luego sus bienes; Una casa (en la calle de San Pedro, hoy Chacabuco) compuesta de tienda, trastienda y aposentos; sala y puerta de calle; dos cuartos nuevos y cocina; puertas ventanas y corredores cubiertos de tejas; pozo de balde y horno; edificada en terreno de 25 varas de frente y 37, de fondo todo cercado de una pared. La casa reconocía un censo de 700 pesos a favor del Convento de Predicadores (Santo Domingo). Declaró el testador el menaje de la vivienda y los comestibles y bebidas de su pulpería. Agregó el deponente poseer otras dos casas en un mismo terreno, que le diera en dote Josepha Revilla, su suegra, a "mi mujer". (En el solar de ambas casas, en la calle San Bartolomé, hoy México al 564, se levanta la Biblioteca Nacional). Consignó Oreyro por suyos tres esclavos negros; y, luego de enumerar algunas "menudencias" y sus créditos y deudas, nombró albaceas; 1º a su mujer doña Francisca; 2º a Miguel de Cossio; 3º a Diego de Igarzabal; 4º a Francisco de Araujo; 5º a Antonio de Larrazabal; y 6º a Nicolás Gil.
El hombre no murió en esa fecha. En 1738 el censo urbano porteño registra a Francisco Oreyro con casa propia en la calle de San Pedro, a su mujer, sus 4 hijos, su suegra y administrando "su tendejón" en la esquina. En las otras casas de la calle de San Bartolomé, vivían en 1738 dos inquilinos de Oreyro; Joseph Palacios con su mujer Josefa Solla y un hijo y una esclava; y Francisca Olivares, viuda de Pedro Bermúdez, con una hermana Catalina, una niña que criaba y una esclava. Dichas casas lindaban por su costado Este, tapial de por medio, con la de mi 7º abuelo Juan de Soria - yerno del difunto Carlos Rodríguez de Estela - quien se alojaba con su familia, sus ocho esclavos y algunos agregados.
Por fin, el 23-X-1741, enfermo en cama, Francisco Antonio Oreyro, ante el Notario José Esquivel, otorgó testamento definitivo, que no difería en lo fundamental con el anterior de 1735. Declaró por sus hijos legítimos a José Xavier Francisco, a Manuel Julián, a Martina Petrona y a María Josepha, a cada cual de ellos le tocó una legítima que ascendía a 59 pesos. Sus albaceas nombrados fueron, en primer término su esposa Francisca Sánchez Chaparro y después el Alcalde Juan Vieyra y Bernabé Maqueda.
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