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- MARTIN CASTELLANO BARBOSA, n. Yacanto, Curato de San Javier, jurisdicción de Córdoba el 15-III-1786 y b. Capilla de San Javier el 17-III-1786 con los nombres de José Martín. Fueron sus padrinos D. Juan Esteban Arias de Cabrera y su mujer Da, María Teresa Molina,
Se dedicó a las actividades rurales habituales del paraje, primero en las tierras de la estancia de Yacanto, y luego en el campo que adquiriera en San Javier, desempeñando además diversos cargos públicos.
El 27-X-1813 fue dado de alta como Alférez de la Compañía Supernumeraria del Regimiento de milicias regladas de Caballería de Córdoba. Dos años tarde, ya revistando como Teniente, fue propuesto para el cargo de Juez Pedáneo para el partido de San Javier, por el entonces juez D. José Antonio Moreno, cargo que declinó por razones de índole particular.
A fines de 1819 fue nombrado Capitán de la la. Compañía de San Javier al Norte de las milicias urbanas del Curato, con motivo de la reorganización de las milicias provinciales por el Coronel Mayor D. Juan Antonio Alvarez de Arenales. Y en 1826, por un corto lapso fue Juez de Alzada del Curato.
En 1829 en virtud de los acontecimientos que vivía la provincia ante el enfrentamiento de federales y unitarios, el Capitán Castellano revistaba a las órdenes del Coronel Pedernera, quien lo puso al mando de una partida que fue destinada a reforzar las tropas al mando del Coronel D. Hilarión Plaza. Este movimiento que tuvo lugar en octubre inquietó a las tropas unitarias acantonadas en Piedras Blancas, que no advirtieron que las fuerzas que se desplazaban eran de la misma tendencia. La partida al mando de Castellano tomó contacto con las tropas que se hallaban en El Matadero, a cuyo frente estaba el Coronel Balmaceda, esperando a Plaza que se reunió con ellos el 3-XII-1829.
La situación un tanto comprometida de los unitarios en el oeste de Córdoba movió al jefe de las fuerzas Teniente Coronel Rodríguez a estructurar nuevamente las milicias del departamento de San Javier, nombrando a D. Martín Castellano Comandante de Escuadrón el 24-III-1830. Casi enseguida quedó pacificado el partido y Castellano fue nombrado además Juez Pedáneo de San Javier en abril de ese año.
Tiempo después se produjo en la región del oeste ciertos movimientos de los federales, lo que obligó a los unitarios a tomar posiciones. El Comandante Castellano se estacionó con su escuadrón en El Pantanillo el 27-II-1831, con el objeto de vigilar el valle de San Antonio. Luego con sus 190 milicianos se desplazó hasta el paraje de Las Toscas donde se apostó en mayo.
Poco después y dado su estado de salud precario dejó el servicio armado, limitandose a administrar sus campos, falleciendo en San Javier en V-1847
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