Notas |
- Respecto a Catalina Refajos no he podido averiguar su filiación, aunque la presumo hija natural de Francisco León Refojos. Ella testó siendo viuda y estando enferma en cama al borde de la muerte, el 9-VI-1809, ante el Escribano Isidoro Matorras, y los testigos Miguel del Campo, Teodoro del Corro y Pedro Botello.
En dicha escritura de última voluntad, Catalina Refojos no nombra a sus progenitores. Dice quiere "ser amortajada con el hábito de Nuestra Señora de La Merced, y enterrada en su Iglesia como tercera que soy de su venerable Orden. Fui casada y velada in facie Eclesia con don José Nuñez (declaró la testadora), de cuyo matrimonio procreamos dos hijas que al presente viven, nombradas Manuela y Simona. Declaro (prosigue la causante) por mis bienes la casa y sitio en que vivo, con todos los demás trastes que se hallan dentro de ella, a excepción de una caxa, un escritorio, un quadro de Mercedes y dos más, medianos, del Carmen y de Dolores, que son de mi hija Simona. Declaro que en el referido sitio se hallan incluidas tres o quatro varas de frente a la calle, inmediato a la casa de las Malleas, con todo el fondo de la huerta, que mi hija Manuela compró con su dinero, como consta de un papel que tiene en su poder don Felipe González, el cual sitio mando se le entregue íntegramente a mi nombrada hija por ser suyo. Declaro que debo dos novenas de misas resadas al cura de Santa María don Juan José Refoxos. Declaro que debo tres pesos a doña Daría Refoxos. Debo a Miguel del Campo cinco reales. Dejo y dono a mi nieto Mariano de Matorras una silla de brazos que se halla en mi casa. Dejo y dono una Imagen de bulto de Nuestra Señora de Dolores a mi sobrina nieta llamada Chávela. A la india Juana le dejo una cajita de pino. A la india Gertrudis una'cazuela de madera. Mando que luego que se verifique mi fallecimiento se haga por mis Albaceas un inventario extrajudicial de todos mis bienes y, tasándolos, todos ellos se vendan en almonedas extraoficiales, siendo preferidos a ellos mis hijas y herederos. Nombro y elijo por mis Albaceas; primero a Felipe González, segundo a mi hija Simona"; y quedaron instituidas únicas herederas sus hijas Manuela y Simona, de la cual yo resulto chozno.
por Carlos F. Ibarguren
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