Notas |
- Fundador del pueblo e iglesia de San Isidro, en 1706; era natural de Madrid. Llegó al Río de la Plata con el grado de capitán, que había adquirido en España. Al poco tiempo de su llegada el gobernador Herrera le comisionó para llevar instrucciones al alcalde del partido de Las Conchas, a fin de evitar el contrabando que se temía efectuasen los portugueses por aquella costa. En cumplimiento de su cometido, Acasuso salió de la capital, acompañado de un asistente de su confianza, deteniéndose a descansar en el hoy pueblo de San Isidro. Era este paraje por aquel tiempo una pequeña aldea de agricultores, de cuya triste situación se lamentó Acasuso, prometiéndose desde entonces mejorarla así que su fortuna se lo permitiera. Hombre creyente, el capitán Acasuso no podía comprender que pudiera existir un grupo de hombres cristianos sin una capilla donde adorar a Dios. Sin perder, pues, de vista aquella población ni desistir de su propósito, el capitán llenó satisfactoriamente su comisión, siendo esto el principio de su fortuna, que llegó a ser considerable algún tiempo después. Creyó entonces llegada la ocasión de satisfacer su antiguo intento, y volviendo sus ojos sobre los habitantes de la pequeña aldea de agricultores, propuso levantar en ese punto un templo a San Isidro, Patrono de los agricultores. Solicitó el permiso de la autoridad eclesiástica y empezó a edificar una capilla que albergara provisionalmente la imagen de San Isidro mientras se construía el templo que hoy existe. Ahí se conservan todavía como antigüedades históricas dos pilas: una con la fecha de 1717 y otra de 1731, y una campana con la siguiente inscripción: «Mandóme hacer Domingo de Acasuso. Año MDCCXII, siendo capellán D. Leonardo Ruiz Corredor.» Acasuso consumió el resto de su vida en obras piadosas, haciendo grandes bienes al culto divino, contándose entre éstos la terminación de la iglesia de San Nicolás de Bari. En un retrato que se conserva en esta iglesia está el capitán de rodillas, teniendo en sus manos el templo, que ofrece humildemente al santo. Falleció repentinamente en Buenos Aires, el 8 de febrero de 1727.
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