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- Juan Bautista de Ibarguren (), bisnieto presunto de una Aizpuru, y titular de la Ejecutoria otorgada por el Rey de Armas Joseph Alfonso de Guerra y Villegas en 1721. El hombre nació en Vitoria, Obispado de Calahorra y la Calzada - a 8 leguas de Zumárraga. Vino a Indias y se avecindó en Salta del Tucumán, donde vivían los descendientes de Domingo de Ibarguren Elgarresta, primo hermano de su padre.
En Salta, el transplantado vasco, fué Regidor, Maestre de Campo y se casó, entre 1707 y 1708, con María de Castañares Martínez de Iriarte (hija del Sargento Mayor Martín de Castañares, nativo de Escoriaza, Guipuzcoa - a 20 kilómetros de Zumárraga -, encomendero de indios "pulares" y dueño de la histórica "Hacienda de Castañares", y de la criolla Gabriela Martínez de Iriarte Frias Sandoval, cuyos antecedentes genealógicos registro en el apellido Martínez de Iriarte). Ibarguren reforzó la dote de su mujer aportando 4.000 pesos a la sociedad conyugal, sumados a una casa compuesta de "recámara, tienda, trastienda y corredor cubierto de tejas", que había comprado al clérigo Simón Diaz Zambrano; con una amplia huerta anexa en el fondo, cuyo terreno, cercado, reconocía un censo a favor del convento de San Francisco. Más tarde, el 9-IV-1715, ante el Escribano López de Fuenteseca, don Juan Bautista compró, al precio de 250 pesos, a la Compañía de Jesús - representada por el Rector Pablo Restituto -, las tierras de "San Lorenzo", hoy convertidas en localidad veraniega salteña.
Hacia 1725, por razón de negocios, ya que estaba vinculado con fuertes comerciantes porteños, Juan Bautista de Ibarguren viajó a Buenos Aires; para tornar a Salta, munido de la correspondiente licencia que le proporcionó, con fecha 30-XII-1721, el Gobernador Bruno Mauricio de Zabala. El viajero llevaba en una carreta y un carro - además de cierto mulato y dos negros esclavos - seis petacas con la ropa de su uso, un par de "pozuelos" (tinajas de agua potable), una caja, dos frasqueras y, junto a otros avíos, el armamento necesario para repeler los ataques de indios y bandoleros, tan frecuentes en esas travesías.
Al volver a sus pagos norteños traía el personaje, entre sus papeles, el testimonio de un poder que, el 30-X-1727, ante el Escribano bonaerense Francisco de Merlo, otorgó mi antepasada Josefa Rosa de Alvarado, viuda de Miguel de Riblos, a favor del "Maestre de Campo Juan Bautista de Ibarguren" y de Vicente Pérez de Albernas, a fin de que ambos demandaran, en Salta, a Alonso Ruiz de Llanos - otro lejano abuelo mio - deudor de la sucesión del marido de la poderdante.
Ese año 1727, en Salta, mediante sendas escrituras pasadas ante el Escribano López de Fuenteseca, Ignacio Plazaola y Vicente Albeniz () se habían obligado a pagarle al ausente Ibarguren, 1.000 y 1.200 pesos de a 8 reales, respectivamente, que éste les prestó "en la misma especie", a cada uno de aquellos.
El 8-IV-1728 don Juan Bautista tomó posesión, "como a tres leguas de la ciudad" de Salta, de la "Hacienda de San Lorenzo" - que comprara anteriormente a los jesuitas -, posesión que le fué dada por el comisionado del Alcalde Alonso de Visaura, Sargento Mayor Bartolomé de Refoxos Elizondo. Y el 25 de octubre de aquel mismo año, en Santiago del Estero, el Procurador de esa ciudad, Francisco de Argañaraz y Murguía Villafañe, ante el Regidor perpetuo y Alcalde de 1º voto Francisco Guerrero y Cisneros, dió todo su poder al Maestre de Campo Juan Bautista de Ibarguren y al Regidor Bartolomé de Refoxos y Elizondo, vecinos de Salta, para que en esta ciudad representaran a Santiago del Estero y le solicitaran al Gobernador Baltasar de Abarca y Velasco, la restitución del tráfico de carretas, recuas y comerciantes que, "de tiempo inmemorial", trajinaban por el camino real "del Palomar y Tenene"; tráfico que había sido prohibido - con multa de 500 pesos - a pedido de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Ello obligaba a todos los comerciantes y conductores de "generos de Castilla y de la tierra" - que antes utilizaban dicha via para ir al norte, a Salta, Jujuy y al Alto Perú - a desviar de ruta y pasar por San Miguel, en un trayecto mas largo y peligroso que el de "Palomar y Tenene", en perjuicio de Santiago del Estero.
Solamente abogaría ante el Gobernador, consiguiendo se habilitase de nuevo el referido camino santiagueño, Bartolomé de Refoxos Elizondo, puesto que al llegar aquel mandato a Salta el otro apoderado ya había fallecido.
En efecto: Juan Bautista de Ibarguren "enfermo de cuerpo y sano de voluntad y en todo mi cuerdo juicio y entendimiento natural, y en mi cumplida y buena memoria", redactó su testamento cerrado, que con posterioridad, el 28-IX-1728, se protocolizó por ante el Escribano de Salta Francisco López de Fuenteseca. Instituyó el causante por herederos de sus bienes, créditos y plata labrada, a su esposa e hijos legítimos, y nombró albaceas en primer término a su mujer y después al Alcalde Alonso de Visaura y a Alonso Fernández del Casal. María de Castañares - tutora de sus hijos menores - sobrevivió varios años a su marido, falleciendo antes de 1735.
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