Notas |
- Militar. Siendo joven parricipó en Buenos Aires de la revolución del 25 de mayo de 1810, y poco después, pasó a Montevideo para alistarse en el ejército de Artigas, con el que asistió a la acción de Las Piedras en 1810. Promovido a ayudante mayor del Regimiento de Dragones de Arerunguá, y destinado a hacer el cerco de la fortaleza del Cerro, resultó herido. Impuesto el segundo sitio a Montevideo en 1812, sirvió a las órdenes del general Manuel de Sarratea, y separado éste del ejército en febrero de 1814, por un motín
militar, Aguiar pasó a Buenos Aires donde se le destinó al Ministerio de Guerra. Tomada Montevideo por las fuerzas sitiadoras regresó a esa ciudad, y en 1815, fue nombrado secretario del primer Cabildo patrio. Hizo abandono de ese cargo para fugar de la Ciudadela, y pasar al campo patriota. Posesionado del gobierno el coronel Fernando Otorgués, aquella acritud le valió el reconocimiento oriental, y el 6 de marzo de ese año, se realizó el elogio de Aguiar por los cabildantes, quedando reintegrado a su puesto, para ser designado después secretario general de la Comandancia Militar de Montevideo. Le cupo el honor de haber enarbolado por primera vez en el Cabildo la bandera tricolor de Artigas, el 25 de mayo de 1815. Al año siguiente, combatió la invasión portuguesa, y más tarde, fustigó la dominación lusitana y el reconocimiento de don Pedro I. En 1822, hallándose en Santa Fe colaboró con Lavalleja para que Estanislao López y el Cabildo local favorecieran la revolución oriental. Levantó también al pueblo preparando el recibimiento posterior de Juan Antonio Lavalleja. Por sus opiniones políticas, el general Lecor lo detuvo a su regreso en el pueblo de San José, haciéndolo conducir bajo escolta a la Colonia del Sacramento. Fue deportado a la Corte de Río de Janeiro con la recomendación de ser preso del Estado. De vuelta a la patria en 1853, después de un cambio de administración ocupó el Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores. En 1855, fue juez en lo Civil y del Crimen, en los departamentos al Norte del Río Negro. En 1856, se lo eligió miembro del Superior Tribunal de Justicia cuyas funciones desempeñó hasta 1858, en que el presidente Pere1ra lo destituyó. Expatriado a Buenos Aires formó parle del comité revolucionario del general flores, y asumido por éste el gobierno, no fue repuesto en su cargo. Al inhumarse los restos de Artigas en el Cementerio Central, su hijo dio lectura a la oración fúnebre escrita por el valeroso soldado enalteciendo la gloria del caudillo oriental. Falleció en Montevideo, en 1861. Estaba casado con
doña Tomasa Medina, con la que tuvo varios hijos que se desracaron en el ejército y en la política. [1]
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