Notas |
- Militar. Inició su carrera en 1813, como subteniente de las tropas auxiliares que marcharon a Chile, a las órdenes del comandante Juan Gregorio de Las Heras, hasta que el desastre de Rancagua en 1814, lo hizo regresar a su ciudad natal. De inmediato, se incorporó al ejército de los Andes, y en 1816, cruzó la cordillera. Con el grado de capitán se batió en Santa Roa, Chacabuco y Cancha Rayada, junto con sus hermanos José Félix y Francisco, y en unión del primero, y del patriota chileno Francisco Ramírez detuvo después de Chacabuco al presidente Marcó del Pont en el paraje Piedras Blancas. Por méritos de guerra fue propuesto por San Martín para ayudante mayor del 3er. escuadrón de Granaderos a Caballo, y en 1817, a sargento mayor de Caballería de linea. De regreso a su provincia, se le dio el mando del cuerpo de "Liberales de Caballeria de Mendoza", revistando como teniente coronel. En 1825, derrotó a los rebeldes de San Juan y repuso en el cargo de gobernador a don Salvador Maria del Carril. Nombrado gobernador de Mendoza, don Juan Rege Corvalán, a fines de 1828, lo designó Comandante general de armas, pero la sublevación del coronel Moyano en Los Barriales, el 1O de agosto de 1829, le tomó preso. Aldao fue detenido en su casa por orden de Moyano bajo palabra de honor de no fugarse, lo cual no cumplió, pues se evadió incorporándose a las fuerzas de su hermano José Félix. Los tres Aldaos, partidarios de reponer en el gobierno de Mendoza a Corvalán, atacaron a las tropas que respondían al general Rudecindo Alvarado, gobernador a la sazón, a las cuales vencieron en el Pilar, cerca de Mendoza. Habiendo acordado un armisticio José Félix Aldao, que se hallaba ebrio, lo quebrantó y ordenó disparar los cañones contra el enemigo, con el cual se encontraban conversando sus hermanos José y Francisco. Este último resultó muerto a raíz de aquellos disparos traidores, y el coronel José Aldao estuvo a punto de ser herido. Restablecido Corvalán, José Aldao siguió desempeñando sus funciones de Comandante general de armas. Invadida la provincia en 1830, por la división del coronel Videla Castillo, desprendida del ejército de Paz, abandonó la capital y fue a pedir ayuda a los montoneros acaudillados por Pincheira, y mientras se realizaba la gestión, los indios les robaron los caballos. Enfurecido exigió una satisfacción a los caciques, quienes aparentaron dársela, invitándolos a pasar al campo de los Pincheira, cosa que hicieron el 11 de junio de 1830, siendo todos exterminados a la señal dada por el cacique Coleto, al cargar los indios sobre ellos. Murió el coronel Aldao, el gobernador Corvalán, seis jefes importantes y 30 individuos de tropa. Sus restos como los de todos los masacrados en el campo de Chancay recibieron sepultura en la iglesia matriz de Mendoza. [2]
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