| Notas |
- Ramón Ignacio Bardier Marzal, había sido designado por las Cortes para ocupar un alto cargo en el Virreinato del Río de la Plata, quedando en España, su esposa y sus tres hijos, a la espera de ser reclamados por él cuando estuviese bien instalado en su nuevo destino.
Con el pasaporte Real, documento completamente inusual en los viajes de la época, a no ser que se tratase de autoridades oficiales o de personas vinculadas al reino, Nicolasa García Díaz, y sus hijos, embarcan en Cádiz hacia Buenos Aires, el 11 de agosto de 1810. El barco llega a Montevideo el 18 de diciembre, pero por los acontecimientos de la Revolución de Mayo, que también agitan Montevideo, el navío continúa viaje hasta Santo Domingo de Soriano, aún en poder de los españoles, donde podrían lograr un refugio seguro, llegan allí, el 17 de febrero de 1811, pero a los once días se produce el "Grito de Asencio" y entran los insurgentes de Viera y Venancio Benavides, apresando a todos los "godos", sobre todo a los que viajaban con documentación Real. Encarcelada con sus criaturas, Nicolasa García Díaz, escribe de su puño y letra sobre estos sucesos al dorso del pasaporte, agregando que "supone que sus días están contados". Después agrega que la mandan prisionera a la Isla del Naranjo, en la desembocadura del Río Negro. Donde permanece pasando toda clase de penurias, por fin el 9 de julio de 1811, consigue embarcarse con sus hijos en el falucho "San Martín", rumbo a Montevideo, a donde llega el 25 de julio. Al fin puede reunirse con su marido, quién había venido a buscarlos a Montevideo. Se quedan allí por un tiempo, luego se trasladan a Buenos Aires, pero regresan a Montevideo, dónde se afincan definitivamente, donde además ambos tienen algunos parientes.
Gentileza de Cistina Zerbino
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1775 - 