Notas |
- Militar. Ingresó al Colegio Militar, de Palermo, fundado por el presidente Domingo F. Sarmiento, en 1888. Como cadete estuvo presente al estallar la revolución del 26 de julio de 1890, y con otros jóvenes se incorporó al Regimiento 9 de Infantería de línea. Unidos al Regimiento 1ro. de Artillería marcharon hacia la plaza Lavalle a engrosar las fuerzas militares revolucionarias que se encontraban concentradas en el Parque de Artillería. Allí, a los 15 años, recibió su primer bautismo de sangre en defensa de las instituciones. Un error en que caen todos los historiadores, es el de afirmar que el cadete Alem fue castigado o expulsado del Colegio Militar al concurrir de uniforme al Mitin del Jardín Florida, en 1890. En verdad, se trata de un desliz que en nada disminuye el mérito de los servicios prestados a la causa revolucionaria, porque no figuró entre los siete cadetes de la 5a. que fueron castigados por concurrir a dicho acto. El 8 de febrero de 1892, resultó herido en el atrio de la Iglesia de La Piedad, por los disparos de fusil hechos por los bomberos que se encontraban acantonados, con motivo de los comicios que se realizaban. En julio de 1893, se incorporó al batallón "Buenos Aires" en el movimiento revolucionario que se hizo en la provincia bonaerense, dirigido por su primo carnal Dr. Hipólito Yrigoyen, siendo las fuerzas mandadas por el coronel Martín Yrigoyen, las que resultaron triunfantes en esa acción, En 1895, desempeñó diversas comisiones, que le fueron asignadas en ese periodo del fracasado intento, por las cuales debió pasar serios momentos. En 1896, formó parte de la movilización que se hizo en la primera conscripción que salió para las sierras de Curumalán, revistando como subteniente en la plana mayor del Regimiento No 5 de Infantería, mandado por el teniente coronel Abel Díaz. En ese año, el 1 de julio al tomar su última resolución Leandro Alem, junto con el testamento político, dejó también otras cartas, entre ellas una para su hijo que fue publicada por los periódicos de la época. Ascendió a teniente 2do. en 1899, y en el desempeño de otros destinos, parece ser que por salud u otros motivos no demostró mayor dedicación profesional. Fue dado de baja y separado del ejército el 23 de marzo de 1904, por decreto de Roca-Ricchieri. El 4 de febrero de 1905, intervino en el movimiento revolucionario con otros militares, defendiendo los sagrados derechos del pueblo, sin omitir sacrificios en holocausto de sus ideales. En 1908, ejerció la enseñanza infantil gratuita a los niños del barrio de Caballito. Después solicitó la reincorporación al ejército, pero no se hizo lugar el 9 de enero, por decreto firmado por Saenz Peña-Vélez. Terminó sus últimos días enfermo, en el Hospital Militar, donde falleció el 30 de enero de 1922. Ante la tumba que guardan sus restos en el Cementerio de la Recoleta se realizó un acto de homenaje a su memoria con motivo de cumplirse en 1959, el 37 aniversario de su muerte. Luego se inauguró una placa con la efigie del extinto, recordando su actuación en la Revolución de 1890. [1]
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