Pío Hoyos Aguirre

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Nombre Pío Hoyos Aguirre Nacimiento Salta, Salta, Argentina [1]
Sexo Varón Fallecimiento 1864 ID Persona I80267 Los Antepasados Última Modificación 25 Oct 2022
Padre José Domingo González de Hoyos del Hoyo, c. 14 May 1737, Salta, Salta, Argentina f. Sí, fecha desconocida
Madre Francisca de Paula Aguirre Ruiz Gallo, c. 9 Jun 1749, Salta, Salta, Argentina f. 25 May 1827, Salta, Salta, Argentina
(Edad ~ 77 años)
Matrimonio 1770 Salta, Salta, Argentina ID Familia F14475 Hoja del Grupo | Family Chart
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Notas - Pio de Hoyos y Aguirre, era uno de los hermanos menores de la familia. Dotado desde de joven de vocación religiosa, se ignora donde cursó sus estudios. El publicista salteño Romero Sosa presume que el presbítero Otondo lo condujo al Alto Perú, en uno de cuyos obispados - quizás en Charcas - obtuvo su ordenación sacerdotal hacia 1823. De regreso en Salta, se incorpora como Capellán a la división que comanda su pariente el Gobernador Arenales, dispuesta a atacar al irreductible Olañeta en su baluarte altoperuano. Años más tarde, no obstante su amistad con varios proceres unitarios, al cura Hoyos se le conoce como "federal". Y así en 1841, cuando La Madrid, manu militari, se apoderó de Salta, Pió Hoyos fue llevado preso a Jujuy - junto con el cura de Cochinoca Juan Manuel Tejada. El Gobernador Roque Alvarado le engrilló y le exigió contribuciones. Luego de los triunfos de Oribe, Hoyos volvió a Salta, y lejos de guardarles rencor a los unitarios en desgracia, y devolverles los agravios de ellos recibidos, mostróse generoso con sus ofensores. "Finos comedimentos hemos recibido de don Pió Hoyos", le escribía Pió José Tedín a una amigo, relatándole como él, su padre don Toribio y su hermano Zacarías, habían sido apresados por los partidarios de Oribe, y que actitud tuvieron con los unitarios vencidos algunas personas. En 1844 era don Pío párroco de la Catedral salteña. Un lustro después (1849) funda el Hospital del Milagro, a cuyo efecto cede propiedades heredadas de sus mayores para instalar esa casa de salud, frente a la hoy Plaza Belgrano de Salta. "Allí - escríbeme Romero Sosa - se organizaron los servicios para la atención de la población humilde, y allí se trasladaron también a los desamparados leprosos, que hasta entonces vivían miserablemente en los aledaños del Cerro de San Bernardo. Basta esta inmensa obra social llevada a cabo por el Presbítero Hoyos, para convertirlo en uno de los grandes benefactores de la Provincia de Salta. Corpulento y de continente severo, según un retrato que de él se conserva (óleo atribuido a Ignacio Baz), demostraba aspecto arrogante y viril, como roble añoso. Era hosco, poco comunicativo y de ánimo más bien retraído; pero de espíritu bondadoso y sentimientos altruistas" - prosigue Romero Sosa; quien recuerda que don Pío colaboró con el presbítero Isidoro Fernández en la magna obra de la contrucción de la Catedral lugareña, "erogando alli los pocos medios de que disponía, después de sus donaciones a favor del Hospital". En los primeros meses del año 1864, don Pio, sin duda, fue a recogerse al paraíso.
por Carlos F. Ibarguren
- Pio de Hoyos y Aguirre, era uno de los hermanos menores de la familia. Dotado desde de joven de vocación religiosa, se ignora donde cursó sus estudios. El publicista salteño Romero Sosa presume que el presbítero Otondo lo condujo al Alto Perú, en uno de cuyos obispados - quizás en Charcas - obtuvo su ordenación sacerdotal hacia 1823. De regreso en Salta, se incorpora como Capellán a la división que comanda su pariente el Gobernador Arenales, dispuesta a atacar al irreductible Olañeta en su baluarte altoperuano. Años más tarde, no obstante su amistad con varios proceres unitarios, al cura Hoyos se le conoce como "federal". Y así en 1841, cuando La Madrid, manu militari, se apoderó de Salta, Pió Hoyos fue llevado preso a Jujuy - junto con el cura de Cochinoca Juan Manuel Tejada. El Gobernador Roque Alvarado le engrilló y le exigió contribuciones. Luego de los triunfos de Oribe, Hoyos volvió a Salta, y lejos de guardarles rencor a los unitarios en desgracia, y devolverles los agravios de ellos recibidos, mostróse generoso con sus ofensores. "Finos comedimentos hemos recibido de don Pió Hoyos", le escribía Pió José Tedín a una amigo, relatándole como él, su padre don Toribio y su hermano Zacarías, habían sido apresados por los partidarios de Oribe, y que actitud tuvieron con los unitarios vencidos algunas personas. En 1844 era don Pío párroco de la Catedral salteña. Un lustro después (1849) funda el Hospital del Milagro, a cuyo efecto cede propiedades heredadas de sus mayores para instalar esa casa de salud, frente a la hoy Plaza Belgrano de Salta. "Allí - escríbeme Romero Sosa - se organizaron los servicios para la atención de la población humilde, y allí se trasladaron también a los desamparados leprosos, que hasta entonces vivían miserablemente en los aledaños del Cerro de San Bernardo. Basta esta inmensa obra social llevada a cabo por el Presbítero Hoyos, para convertirlo en uno de los grandes benefactores de la Provincia de Salta. Corpulento y de continente severo, según un retrato que de él se conserva (óleo atribuido a Ignacio Baz), demostraba aspecto arrogante y viril, como roble añoso. Era hosco, poco comunicativo y de ánimo más bien retraído; pero de espíritu bondadoso y sentimientos altruistas" - prosigue Romero Sosa; quien recuerda que don Pío colaboró con el presbítero Isidoro Fernández en la magna obra de la contrucción de la Catedral lugareña, "erogando alli los pocos medios de que disponía, después de sus donaciones a favor del Hospital". En los primeros meses del año 1864, don Pio, sin duda, fue a recogerse al paraíso.
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Fuentes - [S137] Cutolo, Vicente O., Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, (Editorial Elche, Buenos Aires, 1968. De este diccionario se editaron varias ediciones actualizadas, hasta el 2004.).
- [S137] Cutolo, Vicente O., Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, (Editorial Elche, Buenos Aires, 1968. De este diccionario se editaron varias ediciones actualizadas, hasta el 2004.).