Notas |
- En 1866, junto con su hermana Maria Eugenia, él se hizo cargo cargo de sus sobrinos carnales Julián y Enriqueta Lynch (mi abuela), cuando estos niños quedaron huérfanos de padre y madre. Era don Roberto, más que nada, hombre de negocios, allegado a la Bolsa de Comercio, a ese mundillo mercantil de financistas, banqueros, especuladores, intermediarios y rentistas prosélitos de Mercurio. Mantuvo por otra parte una sociedad de medianería y capitalización de haciendas con su hermano Eduardo y su cuñado Julián Lynch (mi bisabuelo), el cual había poblado y atendía personalmente la estancia paterna "Rincón de San Patricio", en Baradero. Corrieron los años, y el 29-1-1884, el tío Lawson le escribió una carta a Manuel J. Aguirre, marido de su sobrina Enriqueta, quien se hallaba en su campo "El Chajá", en el partido del Tuyú, hoy General Madariaga. En dicha misiva referíase don Roberto, en primer término, a cierto negocio de acciones del Banco Nacional realizado por Aguirre con Juan Antonio Fernández (venidero suegro de su prima Rosa Anchorena Aguirre) y, más adelante, el corresponsal proseguía con informaciones íntimas de la familia, para concluir dando esta jugosa noticia que la historia chica - la "petite histoire" - no ha recogido que yo sepa:
"El presidente Roca ha hecho una hazaña bañándose en la chacra de Leloir con G. Torres y otros más. Se estaba ahogando un joven Crespo; Torres fue a salvarlo y se vio tan apurado que se encontró en la situación de Crespo; Roca havía salido del río, pero cuando sintió los gritos se tiró al río y consiguió salvar a los dos".
Interesante, ¿verdad?. La chacra de Federico Leloir Bernal y Sáenz Valiente quedaba en Morón, sobre el río Las Conchas. El presidente Roca, corajudo y buen nadador, contaba a la sazón (enero del 84) 40 años y 6 meses de edad, y - por lo visto - sus arrestos físicos no se habían apoltronado en el sillón de Rivadavia. Aquel "joven Crespo" que se estaba ahogando, era Antonio Crespo Arigós, casado poco tiempo atrás con Rorencia Vivot Sáenz Valiente, prima del dueño de la chacra; y "G. Torres - el otro bañista salvado por Roca - fue Gregorio Torres Sáenz Valiente, tío segundo de Leloir y de la esposa de Crespo.
Poseyeron los Lawson en condominio, heredada de su madre, una linda quinta en el Tigre, sobre el río Las Conchas, donde la familia pasaba los veranos. Luego de la muerte de Trinidad Lawson de Lynch, la parte de ese terreno que le correspondía - 94 varas de frente y 157 de fondo, plantada con árboles frutales - pasó a los hijos de ella; Enriqueta y Julián; y el tutor de estos menores, Roberto Lawson, vendió esa fracción a Manuel Lawson y a Encarnación Lawson de Arning. "Hace tres días que estamos en la quinta que está muy linda" - le escribía (14-1-1878) don Roberto a su sobrina Enriqueta: "Todos los árboles están muy crecidos y hay exceso de vegetación. Tenemos tanta fruta que se podría exportar ... me parece poco animado el Tigre este año, creo que el pasado había más gente. La quinta nuestra está muy sola, extrañamos la agradable compañía de Uds. del año pasado ... aquí llueve a menudo, ya se hace incómoda la lluvia con tanta agua; ¡Qué lindos estarán los campos del Chajá! Felicítalo a Aguirre de mi parte ... Pocas novedades tengo que comunicarte, sino que las variaciones constantes del precio del oro me tienen en la Bolsa casi todo el día. ¡Figúrate que ha estado el patacón hasta 32 Ls.! Te reirás que te hable de la Bolsa, a pesar de que algo has de entender de esto, de tanto que antes me has oído hablar ...".
A medida que Roberto Lawson iba sumando años, su carácter tornábase sombrío, raro, pesimista, neurasténico. Nadie preveía, excusado es decir, su trágico final. El 1-XII-1893 redactó a hurtadillas, estas disposiciones de última voluntad: "Yo Roberto Lawson hago por el presente mi testamento ológrafo con las cláusulas siguientes. Primera: Que soy hijo de doña Encarnación Demaría y de don Eduardo Lawson, hoy finados, que tengo 62 años de edad, soy de estado soltero y no tengo heredero alguno forzoso. Segundo: declaro que es mi voluntad legar, como en efecto lego, a mi hermana doña Encarnación Lawson, casado con Don Guillermo Arning, toda la parte que en condominio con la misma tengo en una quinta y en un terreno al fondo de ella, existente todo en el partido de Las Conchas, en la Provincia de Buenos Aires. Tercera: Declaro que instituyo y nombro a mi hermana doña María Eugenia Lawson, soltera, única y universal heredera del remanente de mis bienes, después de cumplida la disposición que arriba dejo hecha. Cuarta: Declaro que nombro por mis Albaceas a mi hermana María Eugenia Lawson, en primer lugar, y por si esta no pudiera serlo, a mi sobrino Jaime Lawson en segundo lugar. Y para que así conste firmo esto en la ciudad de Buenos Aires el día primero de Diciembre de mil ochocientos noventa y tres. Rto. Lawson".
Nada más. Un mes y medio después, el 17-1-1894, el hombre se arrojaba de la azotea de su casa a la calle, muriendo en el acto frente a la iglesia de San Francisco.
por Carlos F. Ibarguren
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