Notas |
- Muere cobardemente asesinado por la espalda, por un tiro de pistola que le disparó el escritor José Santos Chocano en la puerta del edificio del diario El Comercio. Dejando viuda a su esposa embarazada Elmina , quien poco tiempo después diera a luz al único hijo del matrimonio. El hecho tuvo como origen una polémica entre José Vasconcelos, el maestro mexicano de la juventud, y el poeta José Santos Chocano. Vasconcelos había criticado sus declaraciones adhiriéndose a Lugones que, estentóreamente, se declaraba a favor de los gobiernos autoritarios. Chocano se refería particularmente al de Leguía, que ya era un gobierno dictatorial. El penalista español Jiménez de Asúa escribió en esa coyuntura un artículo muy lúcido, que comenzaba así: "Edwin Elmore, terciando en la polémica entablada entre José Vanconcelos y José Santos Chocano escribió un artículo que no quiso imprimir el diario La Crónica solidarizándose con los conceptos ideológicos sobre el primero. Chocano ha dicho que ese trabajo contenía palabras soeces, insultos, pero el que lo lee sin apasionamientos podrá convencerse que no hay posible injuria en estos alegatos de origen doctrinal, como califica Elmore el tema que se impone a desenvolver en los siguientes párrafos". Al escribir Elmore ese artículo doctrinario y a favor de la democracia, en contra de Chocano, que se había adherido a Lugones, quien pregonaba que había llegado la hora de la espada, lo lleva a La Crónica que, lejos de publicarlo, se lo hace conocer a Chocano. El poeta, que era un megalómano, al leerlo se enfureció. Y en lugar de escribir un artículo rebatiendo aquella nota, toma el teléfono para llamar a Elmore y proferir insultos contra su padre. Le espeta entonces con un "No, no, usted es el hijo del traidor de Arica", aludiendo a una especie que ningún historiador digno ha recogido. Elmore, indignado por el agravio escribe entonces una carta relatando a la letra todo el insulto que había recibido, y la lleva a publicar en El Comercio, con tan mala suerte que, minutos después, se encuentra con Chocano. En ese momento, el escritor, indignado, lo agarra de la solapa con la mano izquierda y lo abofetea con la derecha. Al narrar el hecho El Comercio, cuyo director fue testigo del hecho, dice: "De improviso, el señor Chocano, que había logrado desasirse de su contendor, extrajo un revólver del bolsillo. En ese momento, el señor Elmore dio unos pasos atrás, hasta llegar a la pared del hall... Allí se detuvo a unos 3 ó 4 metros del señor Chocano. Partió el tiro: el señor Elmore se llevó ambas manos al lado izquierdo del abdomen..." El poeta estaba fuera de sí, porque lo habían abofeteado. Estuvo unas horas en la carceleta, pero después, simulando un ataque al hígado, es llevado al Hospital Militar San Bartolomé. Lo recluyen en un cuarto con balcón a la calle donde se dan manifestaciones de sus a láteres, que eran muchos, dado que era famoso. Desde el hospital dirige La Hoguera, periódico en el que insulta al padre de Elmore, a los abogados, a los jueces, a todo el mundo que se le oponía. Seis meses después el Congreso lo indulta. Chocano lía entonces maletas, y se dirige al sur, a Chile, donde encuentra la muerte a manos de un demente. "QUIEN A HIERRO MATA, A HIERRO MUERE"
|