Notas |
- Gobernador de Mendoza (1859-61) y guerrero de la 1° conquista del desierto -la del Gob. de Buenos Aires Juan Manuel (Ortiz) de Rosas -, fue dado de alta en 1832 como Alférez del regimiento de Granaderos a Caballo de la Nación, llegando en su carrera militar hasta el rango de Coronel. Por su madre, estaba ya inserto en el núcleo de familias tradicionales de Mendoza -los Anzorena, hidalgos navarros, llegan en 1721 y entroncan en el acto con los Gómez Pardo - Videla de la fundación, así como con unos Ponce de León ligados a la sociedad tradicional de lima, Perú- fue sobrino 2° del Gob. Félix Aldao Anzorena, quien tuvo siempre con él especial deferencia. Sin embargo, Aldao Anzorena fue siempre considerado como un salvaje émulo de Rosas en la provincia, por lo cual dicho parentesco y deferencia le volverían muy en contra a Nazar en el futuro, tras Pavón. Laureano Nazar participó en la expedición al desierto que Rosas, en 1833, organizó a lo largo de toda la frontera sur del país por entonces colonizado, estando apostado durante 5 largos años en el Fuerte de San Carlos -ubicado en idéntica latitud Sur al de Chascomús, por más de un siglo la frontera sur entre Mendoza y la Araucanía (en el sur de Mendoza hubieron todavía malones en tiempos tan recientes como 1881), El 30 de septiembre de 1858 es ascendido a Coronel de la Nación por Dec. 70 suscripto por el Gral. Don Justo José de Urquiza, con antigüedad al 18 de mayo de 1857. Se le designa como edecán del Gobernador de Mendoza. Federal urquicista, militó activamente por su causa y no dudó en combatir a los elementos rosistas de la provincia. Electo por la Legislatura 2° Gobernador Propietario Constitucional de Mendoza el 23 de agosto de 1859, eligió por ministros a Nicasio Marín (federal), Cnel. León Correas (unitario), David Ortiz (unitario), Modesto Lima (federal), y D. Lucas González (unitario). Si bien la mayoría de los historiadores locales lo tratan dentro de "la oligarquía", lo cierto es que perteneció a ésta por su madre y su mujer, pero fue en rigor enemigo del clan adalid de la misma., los Civit, aunque aliado de los González, los Olascoaga y los Villanueva - éstos l e (lo) defendieron siempre, a pesar de haber sido el último gobernador federal. Llevó a cabo una gestión caracterizada por el orden, la tolerancia y el respeto a la ley, reglamentarismo al que no estaban acostumbrados muchos de sus futuros némesis "progresistas" (como Leopoldo Zuloaga, quien escribe un sainete panfletario "El gobierno de Nazar", denunciando su aparente corrupción y aversión a la libertad de prensa…cuando él, quien había sido contratista del Gobierno y encargado de la imprenta oficial, había visto rescindido su contrato por tergiversación de fondos públicos y reiterados incumplimientos contractuales, usando la imprenta oficial (de propiedad estatal) para imprimir folletos de terceros particulares por los que cobraba…). Nazar manda sancionar un código unificado con toda la legislación federal y provincial que a la fecha regía desordenadamente la provincia, una ley que reglamenta sobre los serenos y la policía provincial, corta de cuajo los malones de indios que asolaban el sur provincial -y a los que de sobra conocía por haberlos combatido durante décadas -, establece ordenanzas reglamentando el sistema de pensiones para viudas de policías y milicianos provinciales muertos en cumplimiento del deber, logra superávit fiscal en su primer año de gobierno por primera vez en décadas, nombra pos sus ministros a conspicuas personalidades mendocinas, entre ellos D. Lucas González, unitario. Durante su gobierno no hubo persecuciones políticas de ninguna especie. Sin embargo, acabó teniendo que apoyar oficialmente una muy impopular medida de Derqui -quien luego le abandona- dando tropas y sustento al Gob. de San Luis, designado por Derqui interventor de San Juan, el Gral. Juan Saa, su primo cercano por los Domínguez Velázquez-Lucero, quien, encargado por el gobierno nacional de intervenir la provincia de San Juan, donde gobernaba el unitario Aberastain, un gobernante progresista y absolutamente decente, se extralimita en sus funciones, saquea San Juan -con tropas, lo recordamos, en parte mendocinas- y contra una de las paredes de la casa materna de Sarmiento lancea a muerte al gobernador sanjuanino… salvajismo que le vale el mote de "Lanza Seca", y claro origen del odio visceral de sanjuaninos a puntanos y mendocinos -que subsiste lozano hasta hoy, causa directa también del postrer rompimiento de relaciones entre la Confederación y Buenos Aires. En Buenos Aires, Mitre y Sarmiento naturalmente pasarán a execrar a Saa, a Nazar por extensión, etc. Esto será un antecedente funesto para Nazar, pues Sarmiento será quien comande la expedición "pacificadora" de Mitre a Cuyo, tras Pavón. En el tercer año de su gestión sucede la mayor tragedia en la historia de Mendoza, el famoso terremoto del 20 de marzo de 1861 -que en segundos mató un tercio de la población y destruyó todos los edificios e iglesias de la provincia, con tres excepciones que aún subsisten), lo que junto a Pavón acaba generando una serie de eventos que terminarán con su renuncia al cargo, por la revolución del 18-12-1861. Éste movimiento, según sus detractores, fruto de su excesiva crueldad con maleantes y opositores surgidos a su natural intento de reedificar la ciudad de Mendoza sobre las ruinas de la antigua, limpiando los restos, usando los materiales derruidos con nuevas medidas de seguridad para las calles y una plaza cada 9 manzanas adonde se refugiase la población en caso de terremoto (la Ley Nazar, aún vigente, causa de que Mendoza tenga tantas plazas) y enterrando a los muertos con la mayor brevedad posible, por cuestiones de economía y sanidad elemental; lo cual evitaría un mayor gasto al erario público al no ser necesario expropiar tierras para construir una nueva ciudad. Desgraciadamente, en instantes tan terribles como esos hubo quienes especularon con que el estado les salvara sus derruidas haciendas…expropiándolas para construir la nueva capital de la provincia. La cercanía de algunos campos de ciertas familias unitarias, entre ellas los Blanco y los Civit, donde pretendían éstos construir la nueva fue la causa directa de la caida en desgracia de Nazar, según historiadores modernos, así como principalmente Pavón. El terremoto del 20 de marzo de 1861, decíamos, que no dejó en pié un solo edifico en la ciudad, mató a buena parte de la población principal de Mendoza, por ser quienes vivían en casas de adobes y ladrillos, y que en ese momento llenaba las iglesias de la ciudad pues era viernes santo. Entre las víctimas se contaron tres de sus hijos, y su mujer perdió una pierna. Por tradición familiar, sabemos que salvó milagrosamente su vida junto con su cuñado, el Dr. Primitivo de la Reta, quedando bajo las puertas de su despacho en el cabildo, donde se estaban despidiendo, frente a la actual plaza Pedro del Castillo -el edificio cayó hacia atrás, al canal, y el frente hacia la plaza, rescatados por el Cnel. Olascoaga. Se dijo que el Gobernador había huido aterrorizado y regresado a la semana. Otros, como Eusebio Blanco -irónicamente la nieta de éste último casará con Benjamín Nazar, su hijo- dijeron luego, en el juicio de residencia, que el Gobernador había mandado fusilar gente -supuestos maleantes sin proceso criminal previo- entre las ruinas a la mañana siguiente. Lo cierto es, increíblemente, que hubo gentes de los arrabales y sin duda de la cárcel derruida, mientras media ciudad clamaba por ser rescatada de las ruinas -que en el acto se incendiaron, por las velas prendidas y porque Mendoza ya tenía 5 cuadras con iluminación a gas- se dedicaron a terminar de matar a los atrapados por los escombros, para robarles alhajas, anillos, gemelos, relojes, etc. En efecto, el gobernador había decretado ésa madrugada la ley marcial, y fusiló algunos maleantes, pero básicamente organizó el salvataje de los sobrevivientes no bien despuntó el alba, tras haber ido y vuelto de su propiedad, donde su compadre Juan De la Cruz Videla había rescatado a la mitad de su familia, pereciendo la otra, y aprobó ese mismo día lo actuado de oficio por algunos encargados de la policía provincial, entre ellos el propio Olascoaga, quien luego limpió su memoria en una carta publicada en un periódico que ya no existe, felizmente rescatada del olvido por la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, en un acto de honestidad intelectual e histórica del recordado Dr. Edmundo Correas -liberal y unitario acérrimo. Cuando sus críticos vieron que Nazar quería reconstruir la ciudad en el mismo sitio donde había sido fundada, y no en la hacienda de San Nicolás que apresuradamente ellos habían comprado -para ser expropiada- su oposición aumentó. Tras Pavón, lógicamente lograron voltearle. Y no tuvieron empacho en atacar a su familia, luego, física y judicialmente, con pero salvajismo que el que criticaban. Fue el último gobernador federal del país, y hoy en día su gestión está considerada por distintos investigadores científicos del pasado cuyano incluso como progresista y ciertamente más tolerante que las que siguieron, de los -mal- llamados gobernadores liberales. Siguiendo a Cutolo, por su hombría de bien, gozó de la amistad de los pro hombres de su tiempo, el Gral. Urquiza, el Pte. Santiago Derqui, Bernardo de Irigoyen -casado con una hija de Olascoaga, en Mza., donde residió un par de años escapando de Rosas, y contó con la protección de Nazar, quien era pese a todo federal -, Dr. Marcos Paz, etc., interesantes cartas de todos los cuales conserva el Dr. Rafael Nazar Aguinaga en su archivo familiar. D. Eusebio Blanco, abuelo de su futura nuera, tras perder su hijo Emilio Blanco -futuro consuegro- en la Corte de la Nación los pleitos que le entablara por sus supuestos abusos de autoridad, le siguió idénticos procesos en sede provincial…donde naturalmente triunfó -antes de ser gobernador Blanco fue Ministro de Justicia y/o de Gobierno de varios amigos, Civit, Benegas, etc. Al menos tuvo la honestidad de comentar, en su "Relación histórica del terremoto de 1861", que el Gob. Nazar entró rico y salió pobre de la gobernación. Laureano Nazar fue víctima de circunstancias totalmente ajenas a su administración, su capital fue destruida, era sobrino de Aldao, personaje execrado por los liberales, y primo de Saa, el salvaje asesino del Gob. Aberastain, no quiso comprar la hacienda de San Nicolás a sus dueños -negociado escandaloso que se cuenta entre las primeras medidas del gobernador que le sigue- y si erogar esos dineros en un nuevo hospital y reconstruir la ciudad, fue gobernador federal…en tiempos de Pavón, y cuando Sarmiento y Paunero llegan a Mendoza anuncian de entrada que quieren su cabeza… era lógico que pese a haber sido un gobernante probo y prudente, muchos viejos unitarios hicieron recaer sobre él su revanchismo, lo que dio origen a una historia negra del gobernante cobarde -tan luego él, un Coronel de la Nación que viviera más de 10 años combatiendo indios en los para la época lejanísimos fortines de Can Carlos y San Rafael- sanguinario, corrupto e insensible al dolor y sufrimiento, que no tiene asidero documental alguno en los documentos históricos, y que sin embargo los historiadores clásicos mendocinos vienen repitiendo hasta hoy, citándose unos a otros. Realmente espero con ésta pequeña contribución propender a la rehabilitación de un hombre que debió enfrentar en su vejez la pobreza, habiendo sido rico, y la difamación política gratuita de sucesores corruptos. Nuevas voces se alzan desde hace un tiempo, y una calle de Maipú ya recuerda su nombre en Mendoza. [1]
|