María Teresa Farizano González Ocantos[1]

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Nombre María Teresa Farizano González Ocantos [1] Apodo Teté Nacimiento May 1929 Goya, Corrientes, Argentina [2]
Sexo Mujer Fallecimiento 14 May 2025 [1] - † FARIZANO GONZALES OCANTOS de CALVENTE, María Teresa (Teté), falleció el 14-5-2025, habiendo recibido los santos sacramentos. - Te despedimos celebrando tu vida, tu risa contagiosa, tus poemas recitados con el corazón, tu ejemplo generoso. Fuiste madre, abuela y segunda madre para tantos. Nos dejas una estela de amor, arte y ternura que vivirá en nosotros para siempre. Tus hijos María Inés, Edgardo, Guillermo, Alejandro, Esteban, Ricardo, Fernando; tus nueras y yernos, María del Carmen, Marcela, Andrea, Martina, Matilde, Soledad, Gabriel, Marisa, Matu y Geraldine; tus nietos Victoria, Guadalupe, Mercedes, Josefina, Dolores, Florencia, Francisco, Santiago, Encarnación, Agustín, Matías, Alejo, Lucianito, Juan, Inés, Camila, Valentín, Milagros, Paz, Barbara, Nicolas, Milagros, Jacinto, Alexia, Emilia, Justina, Tomás, Martina, Tiziano, Félix; tus bisnietos, Joaco, Bautista, Borja, Francisca, Pedro, Lucia, África y Helios. Te vamos a extrañar y rogamos una oración en tu memoria.
Diario La Nación, 15.05.2025. [1]
ID Persona I244015 Los Antepasados Última Modificación 17 May 2025
Padre Juan Farizano Gómez, n. Cir. 1878, Goya, Corrientes, Argentina f. 30 Oct 1935, Goya, Corrientes, Argentina
(Edad ~ 57 años)
Madre Rosario Evangelina González Ocantos Soto ID Familia F43681 Hoja del Grupo | Family Chart
Familia Helios Edgardo Calvente Tenconi [1] Matrimonio Tipo: Canónico [1] Hijos ID Familia F79041 Hoja del Grupo | Family Chart Última Modificación 15 May 2025
- † FARIZANO GONZALES OCANTOS de CALVENTE, María Teresa (Teté), falleció el 14-5-2025, habiendo recibido los santos sacramentos. - Te despedimos celebrando tu vida, tu risa contagiosa, tus poemas recitados con el corazón, tu ejemplo generoso. Fuiste madre, abuela y segunda madre para tantos. Nos dejas una estela de amor, arte y ternura que vivirá en nosotros para siempre. Tus hijos María Inés, Edgardo, Guillermo, Alejandro, Esteban, Ricardo, Fernando; tus nueras y yernos, María del Carmen, Marcela, Andrea, Martina, Matilde, Soledad, Gabriel, Marisa, Matu y Geraldine; tus nietos Victoria, Guadalupe, Mercedes, Josefina, Dolores, Florencia, Francisco, Santiago, Encarnación, Agustín, Matías, Alejo, Lucianito, Juan, Inés, Camila, Valentín, Milagros, Paz, Barbara, Nicolas, Milagros, Jacinto, Alexia, Emilia, Justina, Tomás, Martina, Tiziano, Félix; tus bisnietos, Joaco, Bautista, Borja, Francisca, Pedro, Lucia, África y Helios. Te vamos a extrañar y rogamos una oración en tu memoria.
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Notas - Memorias: El Litoral. 01-04-2009:
"No pretendo hacer historia sino tan sólo, movida por las reminiscencias de un pasado familiar, quiero resaltar la importancia de una casa goyana que hoy, orgullosa y altiva, difunde cultura.
Se trata de la casa ubicada en la intersección de las calles Mariano I. Loza y Evaristo López de Goya (Ctes.), que otrora fuera propiedad de mis bisabuelos, José Felipe Soto Díaz Colodrero y Juliana Soto Perugorría, y ahora de la iglesia católica. Desde entonces, fue sede de varios Juzgados Provinciales (Fiscalía, Juzgado del Crimen de Instrucción y de Sentencia) y de dos instituciones educativas de gran valor cultural, cuales fueron el Instituto Privado Secundario “Pbro. Manuel Alberti” y el Instituto Su-perior del Profesorado “José Ma-nuel Estrada”, ambos con renombre local, provincial y nacional por la calidad de sus profesores y egresados, que prestigiaron la educación impartida.
Actualmente funciona allí el Ins-tituto Superior ‘Pbro. Manuel Al-berti‘, con un edificio moderno y confortable que mantiene el estilo original de la casona colonial de mis bisabuelos. Amplias y frescas habitaciones, de múltiples ventanas enrejadas sobre la calle y altas puertas de madera con vidrios y postigos; todas ellas comunicadas con una larga galería que rodeaba el patio principal.
El recuerdo de esa casona colonial del ayer permanece intacto en mi memoria y la evoco con su imponente puerta principal de madera lustrada, dos faroles a ambos lados sobre la calle Mariano I. Loza, por donde se ingresaba a un amplio zaguán a cuya izquierda estaba el escritorio familiar y a la derecha el salón de recepción, donde se llevaban a cabo las visitas de cumplimiento.
Este salón estaba adornado con lujosos muebles de estilo colonial, conformados por dos sofás de tres cuerpos y ocho sillones tapizados con terciopelo europeo, dos mesas centrales y seis mesas de ‘arrimo‘ de estilo Luis XV, de madera lustrada, cubierta de mármol blanco y gris. Completaban el decorado largas cortinas de terciopelo granate, con galones dorados y una enorme araña central de bronce y cristal.
El espíritu religioso de la familia se trasuntaba en las obras de arte sacro que ornamentaban la casa: El Sagrado Corazón de María, el Bautismo del Señor en el Jordán, la In-maculada Concepción de María.
Tenía un enorme patio cuadrangular, con un aljibe y varias plantas ornamentales que perfumaban el ambiente. Un segundo cuerpo de la casa cerraba la construcción a la derecha del patio, que estaba destinado a las dependencias de servicio.
Todas las habitaciones y las ga-lerías estaban recubiertas de baldosas europeas.
Mi madre, Rosario Evangelina González Ocanto Soto de Farizano, me relataba que la bisabuela Juliana, ya viuda, se sentaba diariamente para almorzar en sus cómodas sillas esterilladas, alrededor de su gran mesa ovalada, de madera lustrada y patas torneadas. Era el lugar y el momento de encuentro de la familia de ocho hijos y muchos nietos, a los que se sumaban una prima muy querida. Eva Airaldi, una criada, Petrona Machado, compañera de juegos y travesuras de los niños y, a veces, el capataz de turno que traía la información de sus extensas posesiones campestres.
Ese era el escenario, en mi memoria, donde transcurría la apacible vida de una familia goyana, de noble abolengo y elevada posición intelectual, que sin pompas ni variedades, a pesar de su acomodada situación social y económica, demostró siempre un profundo amor familiar y una cristiana caridad con el prójimo. Prueba de ello es el comportamiento de la bisabuela Juliana que, cuando sonaban las campanas de la Iglesia ‘Nuestra Señora del Rosario‘ a las 12, abría la puerta de su casa sobre Evaristo López y daba de comer y beber a los menesterosos que esperaban por ella. En ese hogar familiar y cristiano se crió mi abuela materna, Francisca Soto Díaz Colodrero y Soto Perugorría de González Ocanto, quien practicó en el seno de su familia con entusiasmo y responsabilidad las virtudes tradicionales de la moral cristiana, dejándolas en heredad a sus descendientes a través del ejemplo y las buenas obras.
Mi tío abuelo José María Soto Díaz Colodrero y Soto Perugorría, ingeniero civil, ciudadano eminente, respetable y desinteresado se inclinó al bien público con dignidad y eficaz consagración. Así fue Senador Provincial de corrientes, Intendente Municipal de Goya y Gobernador de la Provincia de Corrientes, en tiempos políticos muy difíciles. Sus virtudes personales y públicas han conquistado el respeto y la gratitud del pueblo de Goya, que perpetuó su memoria inscribiendo su nombre en una calle céntrica de su querida ciudad natal.
En memoria de mis antepasado"
María Teresa Farizano González Ocanto de Calvente
Buenos Aires (República Argentina).
- Memorias: El Litoral. 01-04-2009:
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Fuentes