Nicanor Benito Albarellos Pueyrredon, (*)[1]

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Nombre Nicanor Benito Albarellos Pueyrredon Sufijo (*) Nacimiento 10 Ene 1810 San Isidro, Bs. As., Argentina [1]
Bautismo 12 Ene 1810 San Isidro, Bs. As., Argentina [1]
Sexo Varón Fallecimiento 5 Feb 1891 Buenos Aires, Argentina [2]
ID Persona I22764 Los Antepasados Última Modificación 9 Mar 2024
Padre Ruperto Albarellos Sáenz de Tejada, (*), n. 1779, Viguera, La Rioja, España f. 27 Jul 1853, Buenos Aires, Argentina
(Edad 74 años)
Madre Isabel María de los Ángeles Pueyrredon Dogan, c. 2 Ago 1787, Basílica Nuestra Señora de la Merced, Buenos Aires, Argentina f. 2 Mar 1838, Buenos Aires, Argentina
(Edad ~ 50 años)
Matrimonio 30 Sep 1804 Basílica Nuestra Señora de la Merced, Buenos Aires, Argentina [4]
- L° 6 F° 367vta. Ts.: don Anselmo Sáenz Valiente y su esposa, doña Juana Pueyrredon. [3]
ID Familia F62 Hoja del Grupo | Family Chart
Familia 1 María Tomasa Ramona Avelina Lavalleja Monterroso f. 26 Ago 1864, Buenos Aires, Argentina Matrimonio 29 Ene 1842 Montevideo, Uruguay [1]
Hijos 1. Nicanor Benito Albarellos Lavalleja, n. Cir. 1845, París, Francia f. 22 Jul 1923, Buenos Aires, Argentina
(Edad ~ 78 años)
ID Familia F10534 Hoja del Grupo | Family Chart Última Modificación 22 Dic 2009
Familia 2 Rosa Passo González Rosales Matrimonio 10 Nov 1877 Basílica Nuestra Señora del Pilar, Buenos Aires, Argentina [1]
ID Familia F10535 Hoja del Grupo | Family Chart Última Modificación 12 Jun 2012
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Fotos
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Notas - Médico. Siendo muy niño se lo envió a París donde cursó estudios hasta graduarse de doctor en medicina. Con afición a la música se vinculó a Esteban Echeverría, y ambos estudiaron la guitarra bajo la dirección del maestro español Ezequiel Blandes. De regreso a Buenos Aires en 1826, se instaló en Olivos, donde abrió su famoso Salón en la quinta conocida con el nombre de Castro, para los amantes del canto y de la música culta en la que predominaba la guitarra y se bailaba como complemento de veladas inolvidables. Aunque su salón no alcanzó el brillo del de Mariquita Sánchez, fue popular y profundamente democrático. Durante la tiranía rosista residió en Montevideo como emigrado, donde contrajo enlace con doña Avelina Lavalleja, hija del general uruguayo. Allí compuso unas Variaciones de Cielito, para guitarra y orquesta, estrenadas en 1842. De regreso a esta ciudad en 1849, revalidó su título de doctor, con el padrinazgo del doctor Lorenzo Torres y Mariano Baudrix, quienes garantizaron que era partidario de la causa federal. En 1850, presentó su tesis doctoral sobre partos, la que le dio renombre. Dedicado al ejercicio de su profesión, en 1852, fue designado catedrático de medicina legal, patologla general e historia de la medicina en la Facultad de Ciencias Médicas. Al año siguiente, se le nombró profesor de química y física médica, y en 1866, reemplazó al doctor Muñiz en la cátedra de partos y enfermedades de niños y mujeres. En 1876, lo sucedió el doctor José Teodoro Baca en la de patología general e historia de la medicina, debido a su jubilación. Fue presidente y decano de la Facultad, prestó eminentes servicios en el Hospital de Mujeres, y el gobierno lo nombró académico titular. Elegido diputado nacional en dos periodos desde 1863, formó filas del partido liberal; en el primer período desempeñó la vicepresidencia de la Cámara y la presidencia en el segundo; luego fue elegido senador. Durante la guerra con el Paraguay, en 1865, prestó su colaboración profesional en los campos de batallas. Se le consideró un maestro de la juventud argentina y uno de los médicos prominentes de su tiempo, por su saber y crédito. Fue autor de unos Apuntes históricos sobre la enseñanza de la medicina en Buenos Aires, desde su origen hasta la fecha, publicados en la Revista Farmacéutica (1863), de cuya Asociación fue miembro honorario. Cultivó para la intimidad el arte musical, y distinguióse como eximio ejecutante de guitarra. También en este sentido ganó merecida fama a raíz de contadas presentaciones públicas, todas ellas en actos de beneficencia, de los cuales la crónica ha recogido especialmente los ecos triunfales del realizado en el antiguo Teatro Colón, en octubre de 1877, a favor del hospital sostenido por la Sociedad de Beneficencia de Flores. En 1882, también participó con su guitarra en el concierto de beneficio dado en el Jardin Florida al músico y compositor Juan Alais Moncada. En su juventud Albarellos habla recogido durante su estada en Montevideo, numerosos temas folklóricos, algunos de los cuales fueron utilizados más tarde por el músico Francisco Hargreaves, figura de singular relieve, a quien le ligaba una estrecha amistad. Según la certera observación de Salustiano de Zavalía, otro músico de la misma generación, expresó que "su arte parece ser tanto de la medicina como de la guitarra". "Era un bellísimo carácter - dijo La Nación, en el articulo necrológico que le consagró -, abierto y jovial hasta
en sus últimos tiempos, lo que hacia su compañia en extremo grata. La música que cultivaba con el talento que le distinguió en todo, agregaba un atractivo más a su simpática personalidad." Su valiosa biblioteca fue adquirida por el gobierno nacional, siendo donada a la Facultad de Medicina de Córdoba, con la que se fundó inicialmente la biblioteca de esa alta casa de estudios. Una calle de la ciudad lleva su nombre. [2]
- Médico. Siendo muy niño se lo envió a París donde cursó estudios hasta graduarse de doctor en medicina. Con afición a la música se vinculó a Esteban Echeverría, y ambos estudiaron la guitarra bajo la dirección del maestro español Ezequiel Blandes. De regreso a Buenos Aires en 1826, se instaló en Olivos, donde abrió su famoso Salón en la quinta conocida con el nombre de Castro, para los amantes del canto y de la música culta en la que predominaba la guitarra y se bailaba como complemento de veladas inolvidables. Aunque su salón no alcanzó el brillo del de Mariquita Sánchez, fue popular y profundamente democrático. Durante la tiranía rosista residió en Montevideo como emigrado, donde contrajo enlace con doña Avelina Lavalleja, hija del general uruguayo. Allí compuso unas Variaciones de Cielito, para guitarra y orquesta, estrenadas en 1842. De regreso a esta ciudad en 1849, revalidó su título de doctor, con el padrinazgo del doctor Lorenzo Torres y Mariano Baudrix, quienes garantizaron que era partidario de la causa federal. En 1850, presentó su tesis doctoral sobre partos, la que le dio renombre. Dedicado al ejercicio de su profesión, en 1852, fue designado catedrático de medicina legal, patologla general e historia de la medicina en la Facultad de Ciencias Médicas. Al año siguiente, se le nombró profesor de química y física médica, y en 1866, reemplazó al doctor Muñiz en la cátedra de partos y enfermedades de niños y mujeres. En 1876, lo sucedió el doctor José Teodoro Baca en la de patología general e historia de la medicina, debido a su jubilación. Fue presidente y decano de la Facultad, prestó eminentes servicios en el Hospital de Mujeres, y el gobierno lo nombró académico titular. Elegido diputado nacional en dos periodos desde 1863, formó filas del partido liberal; en el primer período desempeñó la vicepresidencia de la Cámara y la presidencia en el segundo; luego fue elegido senador. Durante la guerra con el Paraguay, en 1865, prestó su colaboración profesional en los campos de batallas. Se le consideró un maestro de la juventud argentina y uno de los médicos prominentes de su tiempo, por su saber y crédito. Fue autor de unos Apuntes históricos sobre la enseñanza de la medicina en Buenos Aires, desde su origen hasta la fecha, publicados en la Revista Farmacéutica (1863), de cuya Asociación fue miembro honorario. Cultivó para la intimidad el arte musical, y distinguióse como eximio ejecutante de guitarra. También en este sentido ganó merecida fama a raíz de contadas presentaciones públicas, todas ellas en actos de beneficencia, de los cuales la crónica ha recogido especialmente los ecos triunfales del realizado en el antiguo Teatro Colón, en octubre de 1877, a favor del hospital sostenido por la Sociedad de Beneficencia de Flores. En 1882, también participó con su guitarra en el concierto de beneficio dado en el Jardin Florida al músico y compositor Juan Alais Moncada. En su juventud Albarellos habla recogido durante su estada en Montevideo, numerosos temas folklóricos, algunos de los cuales fueron utilizados más tarde por el músico Francisco Hargreaves, figura de singular relieve, a quien le ligaba una estrecha amistad. Según la certera observación de Salustiano de Zavalía, otro músico de la misma generación, expresó que "su arte parece ser tanto de la medicina como de la guitarra". "Era un bellísimo carácter - dijo La Nación, en el articulo necrológico que le consagró -, abierto y jovial hasta
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Fuentes - [S112] Ibarguren Aguirre, Carlos Federico, Los Antepasados, A lo largo y mas alla de la Historia Argentina, (Trabajo inedito), Tomo X, Los Pueyrredón (Confiabilidad: 3).
- [S137] Cutolo, Vicente O., Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, (Editorial Elche, Buenos Aires, 1968. De este diccionario se editaron varias ediciones actualizadas, hasta el 2004.).
- [s1] Medrano Balcarce, Juan Manuel, Medrano Balcarce, Juan Manuel, (jmedrano76(AT)hotmail.com).
- [s1] Medrano Balcarce, Juan Manuel, Medrano Balcarce, Juan Manuel, (jmedrano76(AT)hotmail.com), https://familysearch.org/ark:/61903/3:1:939D-VQQ5-M.
- [S112] Ibarguren Aguirre, Carlos Federico, Los Antepasados, A lo largo y mas alla de la Historia Argentina, (Trabajo inedito), Tomo X, Los Pueyrredón (Confiabilidad: 3).