Notas |
- Médico. Graduado en mayo de 1958. Desde entonces realizó una larga carrera docente y profesional. Fue Jefe de Clínica en el Servicio del Prof. Dr. Fernando Herrera Ramos, desempeñándose junto a grandes figuras de la época, muchas de las cuales se destacaron luego como Profesores: Nobel Tarallo, Miguel Angel Cat, Vladimiro Batista, Carlos A. Gómez Haedo, entre un conjunto numeroso de jóvenes valores. Posteriormente se orientó a la Cardiología, concurriendo al Servicio del Prof. Dr. Jorge Dighiero Urioste, siempre en el Hospital de Clínicas "Dr. Manuel Quintela". En lo gremial, se desempeñó durante muchos años como integrante de la Junta Directiva del Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay, en diferentes períodos. También integró y dirigió la Sociedad de Cardiología del Uruguay. Tuve el honor de trabajar con él en el Comité Organizador del VI Congreso Sudamericano y 1ro. Uruguayo de Cardiología, realizado en Punta del Este, en diciembre de 1969, que, bajo la dirección del Prof. Dighiero, reunió a la "flor y nata" de los cardiólogos y cardiocirujanos de América y el mundo, en el boom de los trasplantes cardíacos y del comienzo de los by-pass coronarios. Allí colaboró junto a José Oscar Horjales, Eduardo Joaquín Canabal, Jacobo Hazán, Adelcio Guillermo, Hernán Artucio Urioste, Antonio Buti, Manuel Roquero y muchas otras figuras que se distribuían el trabajo como en una gran colmena. Y por supuesto, dentro de nuestro país, se rodeó de los especialistas más destacados, todos los cuales trabajaron intensa y solidariamente, para hacer de ese desafío internacional, un verdadero éxito, en tiempos que venir a Uruguay era un desafío. En la preparación de ese Congreso, cuyo comité organizador funcionaba en la Fundación Procardias, en su misma ubicación actual de la calle Durazno y Juan Manuel Blanes, participaban con entusiasmo no sólo los cardiólogos uruguayos, sino también sus esposas. Se hacían funciones benéficas para recaudar fondos, en un ambiente de amistad y cooperación liderados por el Maestro y acompañado por su esposa doña Olga Arrarte Corbo. Canessa se destacaba por su espíritu jovial, y por una actitud casi deportiva, como un buen jugador de tennis que era. Pasado el Congreso nos continuamos viendo en el SMU y el CASMU, en esos encuentros de cruce fugaz. [3]
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