Notas |
- Jurisconsulto. Cursó sus estudios preparatorios en esta ciudad, y los continuó en Montevideo bajo la férula del maestro Luis J. de la Peña, también expatriado. Allí leyó en los exámenes generales rendidos el 8 de enero de 1850, un trabajo breve, pero de hondo contenido doctrinario titulado Idea de la Filosofia y sus sistemas, donde muestra el clima espiritual que infundía aquél. Al año siguiente, rindió examen de matemáticas, y quedó habilitado para seguir los cursos superiores. mostrando decidida vocación por la ciencia del Derecho. Después de Caseros, regresó a Buenos Aires, mientras su padre era ministro de López; terminó sus estudios en la Facultad de Derecho, graduándose de doctor en jurisprudencia en 1852. Lo hizo con una tesis sobre Pena de Muerte por homicidio. Actuó en la política liberal que, después de la revolución de setiembre, elevó a Valentin Alsina al gobierno de la provincia, y tomó parte en la defensa de la ciudad sitiada por Urquiza. Comandante de guardias nacionales en Cepeda, fue uno de los diputados de Buenos Aires rechazados por el Congreso de Paraná. En Pavón mandó la 8va brigada; y la victoria abrió también para Alsina el vasto escenario político. Fue elegido diputado al Congreso, y en 1862, pronunció contra el proyecto de federalización de la Provincia, un discurso memorable que, es el mejor de su vida parlamentaría, y a juicio de Groussac, el más elocuente de ese debate, en que intervenían Rawson, Elizalde, Gorostiaga, Mármol y otros. La defensa de Buenos Aires, que fundó la reputación de su autor, fue la señal de su rompimiento con el general Mitre y sus amigos. Sabido es que nacieron de la escisión los partidos "nacionalista" y "autonomista", cuya rivalidad dio rumbo durante quince años a la historia de la República. Elegido gobernador de la Provincia de Buenos Aires, en 1866, Alsina confió a Avellaneda la cartera de gobierno, y la de hacienda a don Mariano Varela, destacándose por las innovaciones y sanas reformas que caracterizaron esa administración. Dos años después, en asamblea general del 16 de junio de 1868, el Congreso proclamaba electos como Presidente y Vice de la República, a Sarmiento y Alsina, respectivamente, por lo que éste tuvo que renunciar a la gobernación de la provincia que ejercía. Después durante la presidencia del doctor Nicolás Avellaneda, desempeñó la cartera de Guerra y Marina, y cuando estalló la revolución de 1874, contribuyó eficazmente a la pacificación del país, primero por el triunfo legal, y después, por la política de "conciliación". La cuestión de fronteras a la que dio solución provisional, ocupó su actividad hasta que contrajo una grave enfermedad en Carhué, de la que murió en Buenos Aires, el 29 de diciembre de 1877, en brazos del Dr. Luis V. Varela. Sus exequias fueron grandiosas decretándole honores los gobiernos nacional y de la Prov. de Bs. As. En el sepelio de sus restos hicieron uso ele la palabra, el presidente de la República, doctor Nicolás Avellaneda; el gobernador de Buenos Aires, don Carlos Casares; el general Bartolomé Mitre en representación del ejército; los doctores Navarro Viola, Varela, Montes ele Oca y Aráuz; el general Vedia y muchas otras personalidades. Paul Groussac a quien hemos seguido en esta nota biográfica a través ele sus medallones de los redactores de la biblioteca, agregaba que "es permitido pensar que esa muerte prematura modificó la historia argentina, en todo caso, fue sentida y llorada como una calamidad. Alsina no era un pensador político ni un estadista de vasto horizonte; acaso tampoco un orador completo: fue ante todo, y por sobre todos sus contemporáneos, un poderoso tribuno popular, un alma cálida y generosa, siempre vibrante de virtud patriótica. Fue el tipo acabado y superior del porteño, con todas sus excelencias y deficiencias. Por eso -finalizaba- no quisimos perder de vista su imagen familiar, y desde el día de su muerte, podría decirse que surgió espontánea del suelo su estatua de bronce, irguiéndose para siempre en el corazón de la ciudad". Al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, la Comisión Nacional de Homenaje colocó una placa con el escudo nacional en el Cementerio del Norte. Esa Comisión fue la encargada por el pueblo para levantarle un monumento en la Plaza Libertad. de esta ciudad, inaugurándose el 19 de enero de 1882. Al año siguiente de su muerte. don Enrique Sánchez publicó un volumen titulado Biografía del doctor Adolfo Alsina, complementada por un extenso apéndice en que se hallan recopilados los principales discursos y escritos del doctor Alsina. en 1878. Un cuadro de Ventura Lynch sobre la muerte de Alsina, se exhibe en el Museo de Luján. y su retrato al óleo de M. Pereyra Márquez (1881) existe en el Museo Saavedra. [2]
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