Notas |
- Victorino de la Plaza, (*) que vino a la vida en la ciudad de Salta el 2-XI-1840, hijo legítimo de José Mariano Roque y de María Manuela Palacios o - como ella se apellidó mas tarde - "María Manuela de Silva". El 13-XII-1854 al mozo lo confirmaron en la Iglesia matriz sal teña, y en la partida respectiva se lee; "Victorino Plaza, de edad de 12 años (había cumplido 14), hijo de don Roque Plaza y de doña María Manuela Palacios. Su padrino D. Florencio Peralta".
Después de aprender las primeras letras en la escuela lugareña de Mariano Cabezón y como alumno de los franciscanos, Victorino (que entre sus compañeros de clase se contaba mi tío tatarabuelo Matías Linares, futuro Obispo de Salta) actuó de escribiente en la Escribanía de Mariano Zorreguieta, para ejercer con posterioridad la procuración y ser designado, por el Gobernador Puch, Escribano público. En 1861 ingresó becado al célebre colegio de Concepción del Uruguay, que fundara Urquiza, y allí tuvo por condiscípulo y maestro a mi abuelo Federico Ibarguren. Terminados sus estudios secundarios con calificación sobresaliente, pasó a la Facultad de Derecho de Buenos Aires, resuelto a recibirse de abogado. Al sobrevenir la guerra del Paraguay, el joven estudiante tomó parte en ella, como Teniente Ayudante del General Julio de Vedia, asistiendo a las batallas de Estero Bellaco y Tuyutí, lo que le valió la medalla Sol de Plata, instituida por el gobierno del Uruguay. Ya con el título de Doctor en jurisprudencia, fue secretario auxiliar y escribiente de Velez Sarsfield en la redacción del Código Civil. Después, resumiendo su amplísimo cursus honorum, anoto que se desempeñó como Ministro de Hacienda de Avellaneda (1876-1880); Diputado Nacional por Salta (a mediados del 80); Ministro de Relaciones Exteriores (1882) y de Hacienda (1883-85) en la administración de Roca. En adelante fijó su residencia en Inglaterra, y producida la revolución del 90, Pellegrini le nombró agente financiero en Londres, para arreglar nuestra deuda externa. Regresa al país en 1899, y corridos cinco años parte nuevamente al viejo mundo. En 1908 Figueroa Alcorta le confía la cartera de Relaciones Exteriores. Tras este ministerio integra la fórmula presidencial como Vicepresidente de Roque Sáenz Peña; fórmula que triunfa en 1910. Tres años mas tarde, por enfermedad del Presidente, le toca asumir provisionalmente el mando de la República. Era entonces Ministro de Instrucción Pública y Justicia de Sáenz Peña, mi padre Carlos Ibarguren, quien a raíz de una incidencia motivada por varios nombramientos en la judicatura, le presentó al Vicepresidente, a cargo del Poder Ejecutivo, una renuncia resonante, el 6-II-1914. Fallecido Sáenz Peña, el Dr, de la Plaza asume, como titular, la Presidencia de la Nación el 9 de agosto siguiente. Finalizado su mandato el 12-X-1916, toma Victorino a la vida privada, mientras Hipólito Yrigoyen, caudillo de los radicales, dispónese a estrenar un gobierno populista, alcanzado gracias a la ley electoral implantada por Roque Sáenz Peña.
Victorino de la Plaza había contraído matrimonio el 21-V-1870, en la parroquia porteña de N.Sra. de Monserrat, con Ecilda Belvis, nativa de Lomas de Zamora (hija de Severo Belvis y de Lucía Castellanos), la cual falleció el 30-VIII-1875, sin haberle dado hijos a su marido. Así lo declaró este en su testamento ológrafo suscripto en la Capital Federal el 31-VII-1918, que comienza de la manera siguiente; "Yo, Victorino de la Plaza, nacido en la ciudad de Salta el día dos de noviembre de 1840, hijo legítimo de don Mariano Roque de la Plaza y de la señora María Manuela Silva de de la Plaza ...". Renglones más abajo el testador estampó: "no tengo, ni he reconocido hijo o hija, antes ni de cualquier otra clasificación, en este ni en ningún otro país, ni he dado motivo para que nadie pueda invocar, bajo ningún concepto, este título". En consecuencia, el causante, instituía únicos y universales herederos de su fortuna "a mis sobrinas y sobrinos, hijos legítimos de mi finado hermano Rafael"; y dejaba legados de dinero a varios parientes y amigos, a la Universidad de Buenos Aires y a los hospitales de Salta; como todos sus libros, mapas y cartas geográficas a la Biblioteca Pública de su ciudad natal. Por último nombró albaceas; 1a a su sobrino Rafael de la Plaza; 2a a su sobrino político José A. Cabanillas; y 3ro a otro sobrino político, Francisco Castañeda Vega. Y trece meses mas tarde, el 2-VIII-1919, el procer salteño dejaba de existir en Buenos Aires, en su gran casa de la calle Libertad 1230, entre las de Arenales y Juncal, a los 79 años de edad.
por Carlos F. Ibarguren
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(*) "Posiblemente - discurre Reyes Gajardo - esta denominación de de la Plaza sea una deformación de Lea y Plaza, o bien un error de tantos que se cometen en la transcripción de apellidos en los asientos públicos de actos oficiales. De modo que, el apellido de la Plaza debería ser Lea y Plaza, de acuerdo a la usanza de los apellidos en los antepasados". El historiador salteño Atilio Cornejo, por su parte, al referirse a don Victorino dice: "Su apellido es Plaza, que después modificó por de la Plaza. Creo que nada o poco tenga que ver con los Plaza de los valles calchaquíes, o con los Lea y Plaza".
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